La neurociencia ha estudiado desde hace mucho tiempo, la correlación de las emociones con ciertas áreas cerebrales. En el caso de la ira, se ha descubierto que se activan ciertas áreas cerebrales… (Alia-Klein, N., et al., 2020).
La ínsula anterior: Esta zona es un puente que conecta el sistema límbico (el “cerebro emocional”) con el neocortex y todas las funciones superiores que tenemos los seres humanos. La zona anterior de la ínsula, se encarga de la integración emocional para que podamos experimentar las percepciones de manera global.
El tálamo: Esta área se encarga de integrar la información que llega de nuestros sentidos y después dirige esta información a la corteza cerebral. También está implicado en la aparición de los estados emocionales, de modo que se activa con la ira.