Siempre nos han inculcado que el calcio hace que los huesos se vuelvan más fuertes. Tradicionalmente, eso se ha asociado con el consumo de productos animales como la leche y el yogur.
Si estás pensando en cambiar a una dieta basada en plantas, tendrás que abastecerte de alternativas ricas en calcio como la lechuga, la rúcula, el perejil y la col rizada, así como otros productos menos habituales en nuestra cesta de la compra como los frijoles edamame, el bok choi (una especie de col china) y los higos secos.
El consumo de proteínas es otra de las grandes preocupaciones de las personas que intentan seguir una dieta vegana.
Hay muchas opciones, que incluyen ‘snacks’ como nueces y semillas y la gran cantidad de barritas disponibles.