A lo largo de mi vida he aprendido que el bienestar emocional no es solo una posibilidad, sino que es nuestro derecho. Tal vez te preguntes… ¿Elena, a qué te refieres con bienestar emocional?
Lo sé, es un concepto escurridizo, como ocurre con las grandes cosas de la mente. Para mí el bienestar emocional es…
- Vivir desde la calma.
- Comprender mis emociones y regularlas.
- Afrontar los retos de la vida y tomarlos como impulso para crecer.
- Observar mi cuerpo, mente y emociones para conocerme más profundamente.
- Es expresar lo que siento, deseo y necesito.
- Es ver a mi mente como una aliada.
Todos queremos vivir desde nuestro bienestar emocional, pero a veces sentimos que es algo imposible, como si no lo mereciéramos. Y así nos auto-castigamos y saboteamos para vivir sintiendo que nos estamos perdiendo algo, que la vida no es esto que vivimos cada día. En mi búsqueda del bienestar emocional propio y ajeno, descubrí la práctica de la atención plena, el budismo y la meditación. Y cuando comencé a comprender que vivir en el presente me permite ser yo misma, el bienestar emocional se quedó a vivir conmigo.