Países como Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Brasil y muchos otros están viendo cómo las cifras de contagio de la enfermedad rompen récords debido a la conjunción de las variantes delta y ómicron.
Sin embargo, la comunidad de científicos, médicos y las instituciones sanitarias continúan confiando en el poder de las vacunas probadas y aprobadas en varias partes del mundo.
Analizamos cómo están ayudando a contener la pandemia.
¿Qué explica la situación actual?
Frente a la información sobre el papel principal de los inmunizadores, es innegable que la frecuencia de reinfecciones o diagnósticos positivos entre las personas vacunadas ha aumentado en los últimos tiempos. Y esto se puede explicar por tres factores.
El primero es simple: acabamos de salir del período de Navidad y Año Nuevo, cuando la gente se reúne y festeja. Esto, en sí mismo, aumenta el riesgo de transmisión del coronavirus.
En segundo lugar, casi un año después de que las dosis estuvieran disponibles en algunas partes del mundo, los expertos han aprendido que la inmunidad contra la covid después de la vacunación no dura para siempre.
«Con el tiempo, hemos visto que el nivel de protección cae. Esta caída será mayor o menor según el tipo de vacuna y la edad de cada individuo», explica Kfouri.
«Esto puso en evidencia la necesidad de aplicar una tercera dosis, primero para los ancianos e inmunosuprimidos, luego para toda la población adulta», agrega el médico.