El tacto es una parte crucial de nuestras vidas. El tipo correcto de toque puede reducir el dolor, aliviar nuestro estrés y transmitir emociones más rápido que las palabras.
Es un sentido que no se puede apagar y su poder no debe ser menospreciado.
«Creo que subestimamos lo importante que es el contacto físico en nuestra interacción social. El toque humano es clave para nuestra supervivencia. Está en nuestro ADN», declaró Robin Dunbar, psicólogo evolutivo, en conversación con la BBC.
Además, es un sentido que ha adquirido una nueva resonancia durante la pandemia, ahora que tenemos que mantener la distancia y no hemos abrazado a amigos o familiares con los que no vivimos en más de medio año.