“No guardes nunca en la cabeza lo que quepa en el bolsillo”, dicen algunos memes que dijo Albert Einstein. En época del genial físico se podía llevar en el bolsillo un bloc de notas, un libro, una chuleta. Ahora se puede llevar un smartphone. Es decir, la mayor parte del conocimiento generado por la especie humana. ¿Que hay dudas? Googlealo. ¿Para qué sirve ahora la memoria? Si ya somos ciborgs y nuestro smartphone ya es parte de nosotros mismos, ahí dentro viaja parte de nuestra memoria.
“Internet se ha convertido en una forma primaria de memoria externa donde la información se almacena colectivamente fuera de nosotros”, escriben investigadores de las universidades de Columbia, Wisconsin y Harvard. Sparrow, Liu y Wegner, que así se llaman, han descrito el conocido como efecto Google: tendemos a olvidar con mayor facilidad aquello que podemos encontrar en Internet. Es un tipo de memoria transactiva, la misma que hace que el jefe de un equipo de trabajo tienda a olvidar el conocimiento que posee otro miembro del equipo. Depositamos la información donde mejor nos viene.